Descripción |
La Virgen, sentada e hilando con rueca y huso, viste rico ropaje a la usanza de la época, con un ligero tocado y hermoso corpiño rojo. Al fondo, aparece un rompimiento de gloria que rodea la figura de la Virgen, formado por cabezas de ángeles.
Iconográficamente, se inspira en los evangelios apócrifos. En el Protoevangelio de Santiago se narra cómo los sacerdotes del templo de Jerusalen encargaron a la Virgen niña hacer el velo del templo, premonizando la Pasión de Cristo al desgarrarse dicho velo cuando murió Jesús. El Evangelio del Pseudo-Mateo recoge la maestría que tenía la Virgen en su juventud con las labores de lana. |